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🏳️‍⚧️🍾VERDADES A MEDIAS🍾🏳️‍⚧️ 2ªparte

Anónimo

🏳️‍⚧️🍾VERDADES A MEDIAS🍾🏳️‍⚧️ 2ªparte
10 de febrero de 2023

🏳️‍⚧️🍾VERDADES A MEDIAS🍾🏳️‍⚧️

2ªparte

Mi padre estaba de rodillas, desnudo, excepto por unas bragas rosas, que tenía puestas. Chupaba la polla, de aquel vigilante, que tenía sus manos apoyadas en la cabeza de papá, y marcaba el ritmo de la mamada. Le decía cosas:Así mi amor,qué bien lo haces.Te echaba de menos...

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Al contrario que el dia que los sorprendimos mama y yo, mi padre ya no tenía nada de vello, su cuerpo no mostraba aquella panza, y me pareció ver que sus pechos eran más grandes. Al poco el hombre ayudo a mi padre a levantarse, y comenzaron a besarse, se abrazaban, el guarda bajaba y lamia los pezones de papá, este gemia y le decía ASÍ MI AMOR, SOY TUYA, TE QUIERO DENTRO, SOY TU MUJER.

Poco a poco, le giro y bajo aquellas bragas, se agachó y vi como su lengua empezó a acariciarle las nalgas, sus dedos se introducían entre ellas, y no me cabía duda de que ya alguno estaba en el interior de su ano. La escena me producía muchas emociones, ver actuar a mi padre como quería hacerlo yo, aquel hombre tratarle como a una mujer, los gemidos de ambos.... Yo también aspiraba a estar en una situación así, que un macho me utilizará, me follara o que me hiciera el amor, pero estar así.

Después de un rato, en el que mi padre le decía que la follara ya, el vigilante la acomodo en un sofá de espaldas, la hizo subir el culo, y vi como el rabo del hombre entraba en el. Los dos gozaban, chillaban, se hablaban entre susurros. Estaba claro que estaban muy compenetrados, enseguida uno echaba el culo hacia atrás y el otro le penetraba, con un ritmo que se había echo muy familiar para los dos. Papa giraba la cabeza y le decía TE QUIERO.

El vigilante le respondía también con palabras dulces.

—Yo también te quiero nena, te extraño a diario.

Mi excitación subía por momentos, notaba humedad en mi entrepierna, tal vez mi precum salía de mi inútil micropene. Pero al mismo tiempo, me daba vergüenza estar presenciando aquello, no por ver a mi padre comportarse como una mujer, sino por estar violando la intimidad de dos amantes. Aún así, mi curiosidad pudo más, y seguí viendo como aquel hombre enculaba a mi padre, hasta el momento que note como sus manos se crispaban en su cintura y no me cabía duda de que se estaba corriendo dentro de papá. Este al mismo tiempo agitaba su rabo de una manera violenta, esparciendo semen por todos los sitios. Yo seguía incrédula, la escena me parecía preciosa, pero al mismo sentía cierto resquemor por ver a mi progenitor así.

    Aún estuve un rato espiandoles, se volvían a besar, se decían palabras de amor. Les escuche como quedaban al día siguiente, en un local de nuestra ciudad donde el ambiente era de gente sin complejos y en el que se podía estar como te sentías realmente. El guarda dijo a papá, que se verían allí y que ya sabía como quería encontrarla.

   Me fui sin que se percataran de que les había visto. Decidí que al día siguiente yo también iría a aquel sitio, nunca había entrado por mi timidez, pero quería ver a mi padre, y también sería yo misma. 

   Papa se fue temprano, le oi decir que tenía un viaje y que no volvería hasta el día siguiente, mi madre con su habitual desdén no le contestó. Yo por mi parte, estuve todo el día haciendo viajes discretos a mi coche, llevando mi vestuario de esa noche. Ella puso mala cara cuando la dije que iba a salir de fiesta con unos amigos, y que posiblemente no dormiría en casa. Me soltó sus típicos improperios, y aún la oía chillar cuando arranque.

   Tenía localizada una vieja gasolinera, donde podía cambiarme discretamente. Mi vestuario era sencillo pero me entusiasmaba. Un corpiño rojo intenso y en el que ya se marcaban mis incipientes tetitas, además su relleno lo aumentaba considerablemente, unos pantalones negros tipo pitillo de cuero, y unos taconazos del mismo color que el corpiño. Me maquille exageradamente, tenía mucha destreza ya. El pelo lo tenía ya largo, y solo tuve que cepillarlo para que adquiriera brillo. Decidida ya, me fui a aquel lugar en el que iba a conocer realmente a mi padre.

   Cuando llegue, había muchísima gente, muchos hombres me decían que me invitaban a algo, que donde iba tan deprisa... Realmente con aquellos 20 años que tenía entonces debía de estar espectacular. Pero mi objetivo se mostró al cabo de un rato. Vi al vigilante, estaba en una mesa situada muy discretamente, de frente a él y de espaldas a mi, había una mujer, muy ancha de espaldas, con una melena azabache, que indudablemente era una peluca. Se daban las manos, se hablaban mirándose a los ojos. De vez en cuando acercaban sus rostros y se besaban fugazmente. Me acomode en la barra, y dejé que un hombre que me doblaba la edad me invitará a una copa, hacía que escuchaba su conversación, pero mi atención era únicamente para aquella mesa en la que dos amantes se dedicaban todo un repertorio de caricias. Espere mi oportunidad, y cuando el novio de mi padre se levantó a pedir más consumiciones me acerque a la mesa.

    —Hola

    Mi padre, o aquella señora, me miró, y poco a poco, empezó a reconocerme. Estaba maquillada muy ligeramente, sus ojos se abrieron como platos, tosio, vi alguna lagrima asomar de sus ojos y comprendí que no salía una palabra de su boca, por sentirse descubierta y que la descubriera fuera su nueva hija. 

    —Tranquila, la dije. Respira.

   La costó dejar de jadear, y fue recuperando la compostura.

   —No te quiero llamar papa, supongo que tendrás un nombre no? Yo soy Joana, tu hija.

    —Soy Ana. No sé cómo explicártelo.... 

     —No Ana, no me tienes nada que explicar. Con solo ver el brillo de tus ojos soy feliz. Desde aquel día, se que tu vida es una mentira. Entonces yo ya me sentía como soy, y no lo oculto. Pero tú, siendo infeliz en un matrimonio muerto, viviendo con una mujer que te desprecia, no pudiendo ser lo que eres ahora mismo. Siempre he querido a mi padre, pero ahora le adoro más y estoy encantado de conocer a Ana. 

    —Hija, tu lo has dicho todo, no puedo añadir nada más. Ahora te presentare a Javi. Ya le conoces, pero acabamos de decidir, que a partir de ahora, nuestras vidas van a cambiar. Voy a dejar a tu madre, viviré con él y ser su mujer de continuo. 

     No pude contenerme y me abalance a ella, abrazándola y besándola. Las dos llorábamos, después de tantos años de mentiras, podríamos ser felices.

    Javi, había presenciado todo, y se unio a nosotras en nuestro llanto de alegría. Esa noche gane una amiga, una nueva madre y a un hombre que se convirtió en un nuevo padre.

   Continuará...

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