Citas bi y Bisex contactos
🌈TU Y YO,Y ELLOS, TODOS BISEXUALES...🌈
UN RELATO ESCRITO POR OLGA. BISEXUAL
Hola,mi nombre es Olga.Mi historia comienza una tarde lluviosa de abril, en la cual me trasladaba al piso de mi amiga Estrella para realizar un trabajo de la Universidad.
Nuestra principal fantasía era estar las dos con un par de negros, pero que fueran bisexuales como nosotras. Nada más subir fui al lavabo para secarme, pues llegué empapada debido a la lluvia que caía incesantemente desde las 10 de la mañana.
Me desnudé, me sequé, me coloqué un chándal que me dejó mi amiga y salí a su habitación, para hacer el trabajo. Estaban sus compañeras de piso en la habitación de al lado, escuchando música , por lo que la concentración era un poco difícil. Después de 1 hora sin hacer nada decidimos bajar a dar una vuelta para despejarnos.
Eran ya las 9 de la noche y empezaba a haber poca gente por la calle, cenamos tranquilamente en un local de italiano y subimos a seguir con el trabajo, aprovechando que las compañeras de piso habían salido de marcha.
A las dos de la mañana nos tomamos un descanso, encendimos unos cigarrillos de maria y pusimos la televisión. En un canal estaban poniendo una peli porno donde una negro con una polla descomunal estaba taladrando sin piedad a una mujer. Al ver esto y por el efecto del porro, yo me calenté y comencé a acariciarme mis partes íntimas. Al levantar la vista no vi a Estrella y supuse que había ido al aseo así que seguí a lo mío.
Cuando el negro se corría sobre la chica apareció mi amiga totalmente desnuda con un consolador de arnés colocado a su cintura. La verga de plástico era negra y media 23 cm. Se la regalé yo en su último cumpleaños, sin mediar palabra me desnudé completamente y me coloqué a 4 para que mi amiga me taladrara, pero la muy puta empezó a comerme mi conejo.
– Hija de perra, me quieres meter ese nabo de una vez, que no aguanto.
– De eso nada cariñito, vas a sufrir un poco más.
– Hay que gusto – decía yo mientras succionaba mi clítoris.
Al rato de estar comiéndome comenzó a lamerme la espalda y sin yo esperarlo me la clavó de golpe, en ese momento creía morir de placer, así continuó hasta que se apoderó de mí un tremendo orgasmo.
Al correrme le quité el arnés y me lo coloqué yo, comencé a lamerle los pezones, los tiene enormes, una 115 gasta la muy zorra, fui bajando hasta llegar al clítoris, del cual pase de largo y me centre en su ano, mientras le metía dos dedos en su conejo, le encanta que le laman el ano. Al rato me incorporé y empecé a meterle el pollon por su vagina, mientras con mis dedos le taladraba el culo, hasta que se corrió.
– Olga, vamos a tener que dar rienda suelta a nuestras fantasías con los hombres de una vez por todas.
– Pues si Estrella y creo que Antonio y Miguel pueden servirnos bien.
– Llámalos mañana a ver si podemos quedar con ellos para el sábado que mis compañeras no están en el piso.
– Vale.
A la sazón estos dos amigos eran pareja, pero sabíamos que tampoco les hacían ascos a las chicas, pues habían tenido algún desliz con alguna en un pasado no muy lejano.
Al día siguiente, llamé a Antonio y le propuse una pequeña fiesta en el piso de Estrella los cuatro, una cena tranquila, una peli, unos porritos y unos cubatas. Antonio aceptó entusiastamente.
Al llegar el sábado, Estrella lo preparó todo, y cuando llegaron ellos, se les propuso lo siguiente. En una bolsa había unas papeletas con el papel que debía encarnar cada uno durante la velada. Había más de 4 papeles, y eran los siguientes: monja, prostituta, policía, bombero, médico y enfermera. De esta forma siempre habría un papel masculino o un femenino al menos.
– No hay problema, la velada promete ser divertida – Dijo Antonio.
– Por mi perfecto – dijo Miguel
Se produjo la elección, a Estrella le tocó hacer de bombero, a mi de enfermera, a Antonio de monja y a Miguel de policía. Utilizando los disfraces que teníamos Estrella y yo de los carnavales y de varias fiestas, cada uno encarnó su papel.
La cena transcurrió muy bien, las botellas de vino corrían que daba gusto mientras en la televisión se veía la película porno bisexual que Estrella alquiló para la ocasión, por lo tanto, la temperatura del ambiente iba in crescendo, cuando de repente todo se desató vertiginosamente.
Mientras recogíamos la mesa, Estrella se soltó su "manguera" negra del pantalón y mientras yo me agaché a echar la basura al cubo, dejando a la vista todo el culo, me la restregó por todas mis vergüenzas, excitándose más de lo que estaba.
Antonio parecía que había puesto una tienda de campaña en su hábito, y no tardaron en sucederse los acontecimientos. Como Antonio tenía que actuar de mujer y Estrella de hombre, era este quien comenzó a lamer y chupar la polla negra de látex que llevaba Estrella, mientras el policía "investigaba" entre mis piernas.
Estrella y Antonio estaban en el sofá y yo en el suelo acostada tenía a tiro el culito de Antonio que empecé a lamer golosamente introduciéndose 2 dedos en su sonrosado y depilado ano. En esto estábamos cuando de repente Miguel dejó de lamerme y ocupó mi vagina con su fenomenal polla de 19 cm. Yo me derretía de placer mientras el poli bombeaba. En un momento de lucidez alcancé la porra de su disfraz y decididamente la dirigí sobre el ano de Antonio para seguir dilatándose.
En esto Estrella se sentó en el sofá y Antonio sin sacarse la porra se colocó a horcajadas sobre el nabo de látex que lucía Estrella quedando con el hábito recogido sobre su cintura y apuntando al cielo. Yo al ver eso me deshice de Miguel y también me senté sobre la polla de Antonio introduciéndose en mi culo que rápidamente la absorbió pues la polla de Antonio es más bien pequeña.
Miguel se colocó sobre mí penetrándome el conejo. Al poco tiempo llegué a mi primer orgasmo así que decidí descansar un poco y me retiré de la escena, pero Miguel que tenía ganas de más colocó su polla en la boca de Antonio la cual, empezó a lamer y chupar hasta que Miguel no pudo más y se corrió abundantemente sobre la cara de Antonio.
Faltaban por correrse Antonio y Estrella así, que me decidí a investigar la entrepierna de Antonio hasta que se corrió en mi boca. En estas faltaba Estrella, así que le quité su arnés, me lo coloqué, ella se puso a cuatro y la penetré con el falo negro, mientras le insertaba 3 deditos en su culo y con la otra mano le acariciaba sus prominentes pechos. Miguel quería ayudar así que se colocó debajo lamiéndole el clítoris mientras yo bombeaba hasta que Estrella prorrumpió en un ruidoso orgasmo.
Continuará...