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👠👿FETICHISTA, ESOS PIES UNIVERSITARIOS👿👠
UN RELATO POR ANONIMO.FETICHE
Hola,era un muy cálido lunes del mes de julio en la ciudad de Valencia. Todo el mundo está en la playa, de resaca, en algún lugar muy lejano o sin nada que hacer. A mi, después de 5 años, todavía me queda un último examen para acabar la carrera. Con mucho dolor y calor, como pronto, cojo el coche y voy hacia la biblioteca de la universidad. Hace muchos meses que no voy por ahí, y la verdad es que siempre es un gustazo.
Todas tan guapas, vestidas de verano, con pantalones cortos de todo tipo; que si muy ceñidos, que si muy anchos y cortos, faldas, sandalias y las uñas pintadas. Vamos a un parque temático de toda persona a la que le va el morbo.
Entrando a la biblioteca, una chica erasmus se me acerca para pedirme si puede entrar conmigo. Ya que para entrar a esta biblioteca necesitas el carnet universitario y hay unas máquinas como si fueran las del metro para poder acceder. Le digo que por supuesto puede entrar conmigo, tras esto, me da las gracias y sigue su camino hacia el primer piso, decido ir tras ella y que gustazo dan las escaleras.
Me quedo a la distancia perfecta para divisar la parte izquierda de su culito por debajo de ese pantaloncito tan veraniego que llevaba. Braguitas negras, nada especiales pero muy ceñidas, consigo divisar hasta el centro del culo. Recibo la primera señal de mi polla, no se si hoy vamos a poder estudiar.
Tras hacerme con mi sitio, pasó un rato estudiando hasta que decido hacer un descanso, el cual lo hago dentro de la misma biblioteca (hay que aprovechar el aire acondicionado), me dedico a observar a mi alrededor y fantasear. Dos mesas más adelante veo a una morenita, no medirá más de 1 '65 delgadita, pechos pequeños y cara angelical. Va vestida con un simple y elegante vestido azul marino, empiezo a mirarla mientras está concentrada, la miró de arriba a abajo, tiene unos pies preciosos en los que me gustaría eyacular como si no hubiera un mañana.
Me empiezo a empalmar muy fuerte y eso no podía ser, decido salir a que me dé el aire y a fumarme un cigarro. No quería ir directo al baño y cascársela como un mono a la primera de cambio.
En mi estancia fuera, me entretengo con el móvil hasta que noto como una sombra me cubre por completo. Al quitar la mirada de mi móvil lo primero que veo son unos pequeños pies con las uñas pintadas de color granate. ‘He visto esos pies antes» pienso. Es la chica de antes, con la que me puse a fantasear. Levantó la cabeza con un poco de incredulidad. No nos conocemos de nada, ¿que querrá de mí?
Le saludo, y me pide fuego, tras dárselo me da las gracias, se sienta a mi lado y mientras le da una corta calada al cigarrillo se gira y me pregunta si tengo coche con aire acondicionado, que el suyo no funciona y que desde que ha visto como se me empalma mientras la miraba, estaba super mojada.
Me quedo perplejo, cómo me había pillado? parecía que no le importaba, así que le digo que se espere en el banquito acabandose el cigarro y que ahora salga con las llaves del coche. Al salir me recibió con las bragas en la mano, me las dió y mi primer impulso fue llevárselas a la nariz. Uff que olor más potente, pura mujer, realmente estaban muy mojadas, así que decidí ponerme la parte central en la boca y aspirar un poco. Fue casi como estar comiéndole el coño, y ella a mi lado mirándome y tocándose los pezones.
Una vez en el coche nos empezamos a besar con una intensidad considerable, el aire estaba a tope pero no hacíamos más que sudar por todas partes, ella especialmente por el coño. Vamos a la parte de atrás, le levanto el vestido y se lo empiezo a comer, qué sabor, que textura, como chorreaba esa fuente de placer. En el mientras, ella, muy habilidosa, cogió su pie derecho y lo llevó a mi polla ya hinchada al máximo. La abrazó entre sus dedos y empezó un lento y constante sube y baja que me empezó a llevar a la gloria.
Tras esto, empezamos a follar, ella se quedó en la misma posición en la que le comí el coño y yo encima embistiendola, así estuvimos un buen rato hasta que noté que me corría, me salí de ella y de forma automática cogí sus dos pies, y la guié para que me hiciera acabar con una paja con esos deliciosos pies.
Ahora mi polla estaba empapada de sus flujos. Como se deslizaba mi polla entre esos pies, hasta que me empezaron a dar espasmos, y le llené los pies, las piernas y hasta el vestido de leche.
Al despedirnos me dijo que ella acababa al día siguiente, y que si nos volvíamos a ver, sería fruto de la casualidad, y que en tal caso, seguramente acabaremos tan pringamos como ahora.